Sencillamente si los cuidadores de Alzheimer nos hacemos las siguientes preguntas, podremos tomar conciencia del estado de soledad y aislamiento que podemos padecer:
- ¿Cuánto tiempo hace que no quedo con mis amigos o que no hago reuniones familiares?
- ¿Dispongo algunas horas a la semana para dedicarlas a mí misma/o?
- ¿Recuerdo la última vez que realicé aquella actividad agradable que solía hacer con regularidad?
- ¿Tengo la sensación de estar agotado/a todo el día y de que necesito tiempo para poder descansar?
- ¿Siento que soy la única persona que puedo cuidar a mi familiar?
- ¿A quién puedo acudir para explicar lo que me está pasando?