La vida es movimiento y a veces en nuestro caminar nos encontramos montañas que nos desvian de nuestro camino y no nos encontramos una, sino varias, yo diría una cordillera y la clave está en:
Seguir caminando
Somos nosotros mismos los que hacemos este autodescubrimiento.
Si algo no nos gusta, cambiamos de camino y evitamos esa montaña que nos impide ir más rectos, pero ésto hace que incluyamos en nuestra vida el evitamiento.
No nos damos cuenta de lo que nos cuesta cortar esas partes y sacarlas de nuestras vidas.
Impulsar y profundizar en nuestro camino, sencillamente y caminando hacia el éxito de nuestro día a día como cuidadores y ex cuidadores.